Fue muy extraño haber estado en el proyecto teatral de una mujer como Elizabeth Mojica. Actriz, productora, soñadora y apasionadamente enamorada de esta obra escrita por Yukio Mishima desde que la vio en un ejercicio de clase mientras estudiaba teatro en Medellin. Y digo extraño porque sin conocer al grupo, después de leer la obra y hablar con ella y el director, Jose Manuel Dominguez, me sumergí de cabeza en su locura. Jose Manuel es actor formado en Cuba y que trabajo en el reconocido grupo El Publico. Perdió la visión cuando tenía 28 años y trabajar con él como director fue un viaje excitante. Su percepción de lo que sucedía en escena a través de la voz y la energía generada y su forma de fundirse con nosotros en el movimiento para llegar a entender lo que no podia ver fue de una intimidad indescriptible.
La princesa Aoi se representó durante dos noches en el Miami Light Box, en el animado distrito de Wynwood, donde se están gestando movimientos nuevos para el arte en la ciudad de Miami. Y este ha sido uno de ellos, una obra diferente, que combina la danza (la bailarina Paola Escobar interpretando a la princesa Aoi con pasión), la música inspiradísima de Nina kasper como compositora y ejecutando el chelo en directo acompañada de Pacha con el batá, proyecciones creadas por Dinorah de jesus Rodriguez y que atacan directo al subconsciente del espectador, y la actuación de Amylkar, Elizabeth y Belen Ciuri. Todo bajo la voz de Mishima...una locura que volvería a repetir.
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